Susana Ochoa Güerre
Psicóloga, jefa del Grupo de Investigación de Etiopatogenia y tratamiento de los trastornos mentales graves (MERITT) del Institut de Recerca Sant Joan de Déu (IRSJD) y jefa de investigación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu (PSSJD)
"No todos los tratamientos psicológicos funcionan igual para todas las personas"
Cada año, la Semana de la Salud Mental es una cita clave para dar visibilidad, reflexionar y actuar en relación con los retos que todavía rodean la salud mental en nuestra sociedad. Para dar visibilidad al Día Mundial de la Salud Mental, entrevistamos a la Dra. Susana Ochoa, jefa del Grupo de Investigación de Etiopatogenia y tratamiento de los trastornos mentales graves (MERITT) del Institut de Recerca Sant Joan de Déu (IRSJD), junto con la Dra. Judith Usall, y jefa de investigación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu (PSSJD).
Cada año, la Semana de la Salud Mental es una cita clave para dar visibilidad, reflexionar y actuar en relación con los retos que todavía rodean la salud mental en nuestra sociedad. El 2025 no es una excepción: del 6 al 10 de octubre, en Sant Boi de Llobregat, se desplegará un programa bajo el título "5 días, 5 retos", con ejes como la salud mental y los jóvenes, las familias, el deporte, la investigación y la incertidumbre. En España, el 2025 llega con avances esperanzadores, pero también con grandes desafíos pendientes. El Gobierno ha aprobado una partida de 39 millones de euros para reforzar la salud mental, dentro de los 229 millones destinados a fortalecer tanto la Atención Primaria como la salud mental y la prevención del suicidio. Para dar visibilidad al Día Mundial de la Salud Mental, entrevistamos a la Dra. Susana Ochoa, jefa del Grupo de Investigación de Etiopatogenia y tratamiento de los trastornos mentales graves (MERITT) del Institut de Recerca Sant Joan de Déu (IRSJD), junto con la Dra. Judith Usall, y jefa de investigación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu (PSSJD).
¿Qué objetivos persigue el proyecto PERMEPSY?
El objetivo principal del proyecto PERMEPSY es personalizar los tratamientos psicológicos destinados a personas con psicosis. Aunque se centra principalmente en personas con esquizofrenia, también incluye otros trastornos psicóticos.
Partimos de un tratamiento psicológico que ya ha demostrado su eficacia -el Entrenamiento Metacognitivo (EMC)- y lo que queremos es identificar qué perfiles de personas responden mejor a este tratamiento y a qué componentes o estrategias concretas. A partir de esta información, diseñamos programas más personalizados, adaptando las tareas y ejercicios que las personas deben realizar en casa para obtener mejores resultados.
¿Cómo habéis logrado transformar los datos existentes en un tratamiento adaptado a cada persona?
El proyecto se divide en dos grandes fases. En la primera, hemos trabajado para identificar las variables que pueden predecir la respuesta al tratamiento psicológico. Para hacerlo, hemos creado un grupo que ha realizado revisiones sistemáticas de la literatura científica, con el objetivo de determinar qué factores indican los estudios previos que son más relevantes. Paralelamente, hemos armonizado más de veinte bases de datos internacionales de investigadores e investigadoras que habían aplicado el Entrenamiento Metacognitivo en personas con psicosis.
Con este gran conjunto de datos hemos desarrollado modelos predictivos mediante técnicas de machine learning, gracias al apoyo del equipo de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Los resultados de este análisis nos han permitido crear una plataforma que nos proporciona información sobre qué áreas mejorará más la persona y en cuáles menos con el Entrenamiento Metacognitivo, lo que nos permite diseñar una versión personalizada del mismo, que es la que actualmente estamos probando en la segunda fase del proyecto.
¿En qué punto os encontráis ahora del estudio?
Actualmente nos encontramos en la segunda fase del estudio, concretamente en el ensayo clínico. En esta etapa, de manera aleatoria, un grupo de pacientes recibe el tratamiento metacognitivo clásico, mientras que otro grupo recibe el mismo tratamiento pero con tareas personalizadas para realizar en casa, adaptadas a su perfil de respuesta.
El estudio prevé incluir unos 250 pacientes de distintos países -Alemania, España, Francia, Polonia y Chile-, y en estos momentos ya tenemos aproximadamente la mitad de las personas reclutadas. Si todo avanza según el calendario, el ensayo clínico está previsto que finalice en el verano de 2026.
De cara al futuro, queremos dar un paso más y personalizar no solo las tareas domiciliarias, sino también el propio tratamiento psicológico. Esta sería una segunda fase de evolución del proyecto, orientada a adaptar el Entrenamiento Metacognitivo de forma más integral a las necesidades de cada persona.
¿Qué papel juega la personalización del tratamiento en salud mental y, concretamente, en el caso de la psicosis?
El proyecto PERMEPSY es el primer estudio que busca personalizar el tratamiento psicológico para la psicosis. Sabemos que no todas las personas responden igual a un mismo tratamiento, y por ello es esencial investigar cómo adaptar las intervenciones a las necesidades y características individuales de cada una. Esta es la clave para lograr resultados más eficaces y duraderos.
Para ello, utilizamos una plataforma basada en machine learning que integra diferentes datos de cada participante -como variables clínicas, cognitivas, metacognitivas y/o sociodemográficas-. A partir de esta información, el sistema identifica cinco variables clave que nos ayudan a predecir la respuesta al tratamiento:
- La intensidad de los síntomas positivos
- La gravedad de los delirios concretos
- El nivel de conciencia cognitiva de la persona sobre sus propias capacidades
- La autoestima
- El grado de cumplimiento del tratamiento
Este análisis nos permite ajustar mejor el tipo de ejercicios y estrategias que proponemos a cada persona, haciendo que el tratamiento sea mucho más efectivo y personalizado.
¿Cómo crees que esta investigación puede mejorar la vida de las personas con psicosis y sus familias?
Si conseguimos ajustar el tratamiento psicológico a las necesidades concretas de cada persona, el grado de mejora puede ser mucho mayor. La personalización permite que el tratamiento se centre en los aspectos que cada participante necesita reforzar, ya sea trabajar su autoestima, la conciencia de la enfermedad o la gestión de los delirios.
Esto no solo favorece una mejor evolución clínica, sino que también mejora la calidad de vida, tanto de la persona afectada como de su entorno familiar, ya que disponen de herramientas más adaptadas, efectivas y con un impacto real en su día a día.
¿Cuáles son los principales retos que aún deben afrontarse en la investigación en salud mental?
Podríamos distinguir dos niveles de trastornos mentales. Por un lado, están los trastornos mentales comunes, que suelen ser más leves -aunque este término no es del todo exacto, ya que algunos pueden cronificarse y llegar a ser muy severos. Muchos de estos casos podrían prevenirse con intervenciones adecuadas.
Por otro lado, están los trastornos mentales graves, como la esquizofrenia, ante los cuales se podría trabajar en la recuperación y, en algunos casos, prevenirlos si se dispone de las herramientas adecuadas.
Por tanto, creo que hay dos grandes retos en la investigación actual en salud mental. Por un lado, la prevención, ya que con un trabajo precoz muchos trastornos podrían evitarse o minimizarse. Y por otro, la personalización del tratamiento, porque cada persona tiene necesidades y respuestas diferentes, y ajustar las intervenciones a estas particularidades es clave para mejorar la eficacia terapéutica y la calidad de vida de las personas afectadas.
Si tuvieras que lanzar un mensaje a la sociedad durante la Semana de la Salud Mental, ¿cuál sería?
Durante la Semana de la Salud Mental, me gustaría recordar que es fundamental fomentar la integración y la comprensión de las personas que padecen algún trastorno mental. Es importante que no se sientan asustadas ni se autoestigmaticen, sino que se sientan con confianza para compartir su experiencia y pedir ayuda cuando la necesiten.

El objetivo principal del proyecto PERMEPSY es personalizar los tratamientos psicológicos destinados a personas con psicosis.