Demostrada la eficacia de un fármaco en modelos preclínicos para frenar el crecimiento del rabdomiosarcoma
Hace diez años, la familia de Cristina -una niña que falleció a causa de un rabdomiosarcoma- decidió transformar su dolor en una lucha por la vida. En aquel momento, en Sant Joan de Déu no había ningún investigador centrado en buscar un tratamiento capaz de frenar este tipo de cáncer pediátrico. Movidos por la esperanza, sus padres iniciaron una campaña de recaudación que logró reunir 600.000 euros, gracias también al apoyo de la Fundación Leo Messi, que aportó 200.000 euros. Su primer objetivo fue becar a una joven farmacéutica, Estela Prada, con una misión muy clara: encontrar una vía terapéutica eficaz contra el rabdomiosarcoma. Diez años después, la Dra. Estela Prada -reconocida en 2024 con el prestigioso Premio Odile Schweisguth que concede la Société Internationale d'Oncologie Pédiatrique (SIOP) al mejor investigador en formación en oncología pediátrica- ha dado un paso decisivo hacia ese objetivo. Su trabajo ha permitido demostrar, por primera vez, la eficacia de un fármaco en modelos animales y preclínicos de este tumor infantil.
El estudio "PRKG1 hinders myogenic differentiation and predicts response to AKT inhibitor Ipatasertib in Rhabdomyosarcoma", publicado en Nature Communications, ha sido coliderado por el Institut de Recerca Sant Joan de Déu (IRSJD) y el Hospital del Mar Research Institute (HMRIB), en colaboración con el IRB Barcelona y la empresa biotecnológica Nostrum Biodiscovery.
El rabdomiosarcoma, uno de los grandes retos del cáncer pediátrico
El rabdomiosarcoma es un tipo de tumor maligno que se desarrolla a partir de las células del músculo esquelético y es el sarcoma más común en pacientes pediátricos. Aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, con frecuencia se localiza en la cara, el cuello, la pelvis o las extremidades. En la población pediátrica, el rabdomiosarcoma puede afectar gravemente la función de los órganos y tejidos cercanos al tumor, provocar dolor, inflamación o dificultades de movimiento, y requiere un tratamiento intensivo.
A pesar de los importantes avances en el conocimiento de la biología molecular del rabdomiosarcoma (RMS), todavía persisten varias incógnitas terapéuticas que dificultan mejorar el pronóstico, especialmente en los pacientes de alto riesgo o con recaídas, que siguen representando entre el 25 y el 30% de los casos a pesar de los tratamientos actuales -como la quimioterapia, la cirugía y la radioterapia-.
Uno de los principales retos es que aún no se han identificado mecanismos moleculares comunes que permitan desarrollar terapias dirigidas efectivas para todos los subtipos de RMS. Las células de este tumor son precursores musculares que quedan bloqueados en su proceso de maduración, y todavía no se conoce del todo qué mantiene este bloqueo ni cómo se puede revertir de forma segura.
Además, como ocurre a menudo en el ámbito del cáncer pediátrico, muchos de los fármacos dirigidos disponibles se han desarrollado inicialmente para adultos y no se han evaluado suficientemente en niños, tanto por las diferencias biológicas como por su perfil de toxicidad, lo que dificulta su traslación clínica.
Fármaco que funciona en ensayos preclínicos
La investigación demuestra la eficacia de un fármaco en modelos preclínicos desarrollados a partir de muestras de pacientes con rabdomiosarcoma del Hospital Sant Joan de Déu (HSJD), mostrando resultados prometedores para avanzar hacia nuevas terapias dirigidas.
"Nuestro objetivo siempre ha sido trasladar los avances del laboratorio al beneficio real de los pacientes. Haber demostrado la eficacia de este fármaco en modelos desarrollados a partir de muestras de nuestros pacientes con rabdomiosarcoma nos da mucha esperanza para seguir avanzando hacia tratamientos más específicos y menos agresivos.", explica la Dra. Estela Prada, investigadora del grupo de Sarcomas y Neuroblastoma del IRSJD y primera autora del estudio.
PRKG1: un biomarcador clave para el tratamiento del rabdomiosarcoma pediátrico
Además, el estudio concluye que el gen PRKG1 desempeña un papel esencial en el bloqueo de una proteína clave en la biología del rabdomiosarcoma y puede actuar como biomarcador para predecir la respuesta al fármaco, un inhibidor de AKT que se está evaluando en ensayos clínicos para diferentes tipos de cáncer.
El trabajo combina modelos celulares y animales de rabdomiosarcoma y demuestra que los tumores con niveles más altos del gen PRKG1 son los que mejor responden al tratamiento. Este hallazgo podría permitir seleccionar a los pacientes pediátricos que más podrían beneficiarse de este fármaco y abre la puerta a nuevos enfoques terapéuticos más personalizados.
"Es un paso adelante en la comprensión de este tipo de cáncer pediátrico y en cómo trasladar el conocimiento del laboratorio al paciente. Ahora sabemos que el gen PRKG1 no solo es un actor clave en la biología del tumor, sino también una diana que puede ayudarnos a guiar decisiones terapéuticas en el futuro", destaca el Dr. Jaume Mora, director científico del Pediatric Cancer Center Barcelona del HSJD, jefe del grupo de investigación de Sarcomas y Neuroblastoma del IRSJD y coautor sénior del artículo, quien recientemente ha recibido la IV Beca FERO Dr. Baselga, dotada con 300.000 €, para seguir avanzando en la identificación de un tratamiento contra el rabdomiosarcoma.
En este sentido, la Dra. Inmaculada Hernández-Muñoz, coautora sénior e investigadora del Instituto de investigación del hospital del Mar (HMRIB), señala que "este descubrimiento sugiere la conveniencia de establecer un nuevo criterio de clasificación de estos tumores en base a su diferenciación celular, independientemente de las alteraciones genéticas subyacentes, y refuerza la noción de que los tumores que aparecen en edades tempranas y durante la adolescencia son consecuencia de defectos en los procesos del desarrollo del cuerpo humano".
Familias que impulsan la investigación científica
Cristina tenía siete años cuando, en septiembre de 2013, le diagnosticaron un rabdiomiosarcoma. "Después de diez meses de tratamiento, y cuando menos nos lo esperábamos, la enfermedad reapareció. Y entonces descubrimos que para estos tumores en recaída no había ningún tratamiento ni se estaba investigando. Buscamos en todo el mundo, hablamos con expertos de hospitales de Italia, Francia y Estados Unidos, pero no conseguimos encontrar una solución para nuestra hija", relata Laura Abella, madre de Cristina. En menos de quince días, Laura y Juan Manuel, los padres de Cristina crearon legalmente la asociación contra el rabdomiosarcoma y comenzaron a trabajar.
Esta investigación ha sido posible gracias al impulso y la determinación de la familia de Cristina. Su empeño y solidaridad han permitido recaudar más de 600.000 euros para avanzar en la investigación de un tratamiento eficaz contra el rabdomiosarcoma.
Gracias a este apoyo, se ha completado la primera fase del proyecto: demostrar en modelo animal la eficacia de un fármaco prometedor. Sin embargo, todavía quedan muchos retos por delante, entre ellos, poder evaluar este mismo fármaco en un ensayo clínico que permita conocer su efectividad real en pacientes pediátricos.
La investigación científica es un camino largo y lleno de etapas, pero con el compromiso y la tenacidad de familias como la de Cristina, ese camino se hace, sin duda, más corto y esperanzador.
El estudio ha contado con la participación del Institut de Recerca Sant Joan de Déu, el Hospital del Mar Research Institute, el IRB Barcelona, el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST) y la empresa Nostrum Biodiscovery.
El estudio concluye que el gen PRKG1 desempeña un papel esencial en el bloqueo de una proteína clave en la biología del rabdomiosarcoma y puede actuar como biomarcador para predecir la respuesta al fármaco.