"Light son Rights, un proyecto hacia la movilidad y la inclusión social de las personas con diversidad funcional"

Una de las principales preocupaciones europeas reside en el respeto a los Derechos Humanos. Combatir las desigualdades sociales y, por tanto, reforzar la justicia social, requiere una gran sensibilización sobre todo respecto a los colectivos más olvidados. Precisamente con esta idea se concibió, hace tres años, Lights on Rights, un proyecto enmarcado dentro del Programa Erasmus+.

El objetivo de este proyecto  de ámbito europeo es impulsar el respeto, garantizar los derechos y evitar la discriminación en personas con diversidad funcional y es que aún no se ha avanzado suficiente en el tema de las barreras mentales y los derechos reales que tienen las personas con diversidad funcional, afirma Silvia Angel, psicóloga coordinadora que lidera los Servicios de Discapacidad Intelectual del Parc Sanitari Sant Joan de Déu y que, des de 2005 participa en proyectos europeos de educación para adultos juntamente con  entidades de San Juan de Dios de toda Europa.

¿Cuál ha sido el desarrollo del proyecto Lights on rights?

El primer paso del proyecto fue trabajar, en el ámbito de nuestro centro cual era la percepción de los derechos de los usuarios, el grado de respeto que se tiene al estudio de la Convención de la ONU de Derechos de las persona  con Discapacidad y, también, conocer cómo se incluyen y se tratan los derechos en el desarrollo de las actividades diarias. Seguidamente buscamos socios interesados en diseñar y colaborar en este proyecto para que este tema se trabajara a escala internacional Así, entidades de Polonia, Eslovenia, Hungría y Suecia se sumaron a nuestro proyecto, creando la Asociación Estratégica Erasmus+.

En el caso del Parc Sanitari Sant Joan de Déu han participado 110 personas, entre profesionales y usuarios de los distintos servicios.

¿Qué acciones se han realizado durante los dos años del proyecto?

Entre los cinco socios hemos realizado distinto actuaciones, como:

Incorporación de acciones a todos los centros y a su entorno social de sensibilización y visualización de los derechos.

Encuentros transnacionales a cada país donde contamos con la participación activa de todos los integrantes. Cada anfitrión organizó unos espacios para compartir experiencias y difundir el proyecto dentro de su ámbito político. Por ejemplo, visitamos el Ayuntamiento de Barcelona, tuvimos una Audiencia en el Parlamento húngaro, etc.

De estos encuentros nació una Guía Metodológica para trabajar con derechos, disponible para todos los profesionales europeos que quieran fomentar los derechos de las personas con diversidad funcional. La guía, pensada como una herramienta pedagógica y formativa, se puede consultar a través de la página web del proyecto.

Por otro lado, durante el trascurso del proyecto, realizamos un estudio sobre el conocimiento de los derechos y la percepción de la discriminación de las personas con diversidad funcional, analizamos tres colectivos: los usuarios de los centros, sus familias y los profesionales que los atienden.

¿Cuáles han sido los resultados de este estudio?

Si analizamos y comparamos los resultados dentro del grupo de usuarios, los que menos percepción de discriminación tenían eran los usuarios suecos. Estos resultados son consecuencia del entorno social que hay en Suecia, donde se destinan más recursos a programas sociales. También las características del grupo de usuarios de cada país eran distintas. Por ejemplo,  Barcelona es donde más percepción de discriminación se tiene, pero se explica porque los usuarios son más dependientes y necesitan un mayor soporte. Es por esto que se debe estudiar muy bien el contexto de cada persona y grupo para extraer conclusiones.

En relación con los grupos de profesional hemos encontrado pequeñas diferencias poco significativas.

Lo que más nos ha sorprendido han sido los resultados en los grupos de las familias, ya que las puntuaciones son iguales en todos los países. Este es el colectivo que tiene más percepción de discriminación, y considera que sus hijos están más discriminados y tienen menos derechos. Esto nos indica que las familias tienen mayor sensibilidad, independientemente del contexto socioeconómico y cultural de cada país.

¿Qué ha supuesto por vosotros poder participar en un programa Erasmus+?

Ha sido una experiencia enriquecedora, sobre todo por el colectivo de los usuarios, ya que priorizamos su participación en todas las acciones, con un rol que ha superado el de receptor de servicios. Por ejemplo, ejerciendo como docentes en escuelas de integración social, o contando su experiencia personal en mesas redondas y eventos multiplicadores. Gracias a este proyecto algunos usuarios del Parc Sanitari Sant Joan de Déu han podido viajar y compartir experiencias con personas de otros países. Y para nosotros lo más importante ha sido la inclusión de estos usuarios a un proyecto europeo y la sensibilización que hemos conseguido en su entorno.

Gracias a los Erasmus+, el intercambio europeo se ha democratizado, llegando así a un segmento de población que por otra forma no podría beneficiarse.

* Fotografía: miembros del equipo "Lights on Rights" - Mercedes Saiz, Jesus Garcia, Marcia Irazabal, Silvia Angel, Natalia Kazah, Isidoro Lupiañez

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