La investigación en cáncer infantil del Institut de Recerca Sant Joan de Déu, portada de la revista Science Translational Medicine

El tratamiento consiste en inyectar un virus modificado genéticamente dentro del ojo afectado por el tumor. El virus selecciona, ataca y destruye las células cancerígenas, y se aplica en los niños cuyos tumores no responden a los tratamientos convencionales. El trabajo aparece hoy publicado en la portada de la prestigiosa revista Science Translational Medicine.

La investigación ha reproducido experimentalmente tumores obtenidos de pacientes que no se habían curado con los tratamientos actualmente disponibles. Los investigadores de Sant Joan de Déu y de la compañía biotecnológica VCN Biosciences han demostrado que el virus oncolítico VCN-01, desarrollado por modificación genética del adenovirus tipo 5 –un virus común que normalmente causa síntomas de un resfriado- es capaz de infectar y multiplicarse solo en los tumores y no en células sanas de la retina. La selectividad del virus por los tumores se basa en el funcionamiento anormal del gen del retinoblastoma (RB1) en las células afectadas por el tumor, en las que se produce un aumento de la cantidad libre de una molécula denominada E2F-1.

El virus VCN-01 fue modificado genéticamente por VCN Biosciences para que su replicación se inicie por la presencia de E2F-1 libre en las células que infecta. Esta propiedad hace que la replicación del virus se produzca de manera selectiva en las células de retinoblastoma, mientras que no se produce en las células de la retina sana, donde E2F-1 no se encuentra libre, sino unida al producto del gen RB1.

El Hospital Sant Joan de Déu ha iniciado un ensayo clínico, dirigido por los doctores Guillermo Chantada, Jaume Catalá y Jaume Mora, para tratar con el virus oncolítico VCN-01 a pacientes con tumores oculares quimio-resistentes. El objetivo de este estudio experimental, en el que también participa VCN Biosciences, es describir la seguridad del tratamiento y obtener los primeros indicios de su eficacia clínica.

"Cuatro años de trabajo en el laboratorio se han transformado en un ensayo clínico gracias al apoyo decidido de las instituciones y a la implicación de profesionales de múltiples disciplinas y de donantes del hospital", afirma el Dr Ángel Montero Carcaboso, investigador principal de la línea de investigación del retinoblastoma del Institut de Recerca Sant Joan de Déu.

El Dr Manel Cascalló, Director Ejecutivo de VCN Biosciences y autor también del trabajo ha indicado "Los datos publicados representan una importante confirmación del mecanismo de acción de nuestro producto VCN-01 que actualmente también se está testando en pacientes adultos que padecen otros tumores, como el cáncer de páncreas".

El trabajo ha sido costeado en parte con los programas competitivos "Retos" y "Miguel Servet" del Ministerio de Economía de España. El Dr Guillem Pascual, primer autor del trabajo, recibió el prestigioso premio Schweisguth de la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica (SIOP) por esta investigación. Otros autores del trabajo pertenecen al Instituto Catalán de Oncología (Barcelona), VCN Biosciences (Barcelona) y al Instituto Curie (París), entre otras instituciones.

El cáncer de retina se diagnostica cada año a 8.000 niños en todo el mundo. Es el tumor ocular más frecuente en la población infantil. En la actualidad, cuando está indicada la preservación ocular, los niños reciben en una primera fase quimioterapia intraarterial, que se aplica a través de un largo y fino catéter introducido por la arteria femoral (en la ingle) y conducido hasta la arteria oftálmica para, una vez allí, administrar localmente la quimioterapia.

En ciertas ocasiones, además, se inyecta directamente quimioterapia dentro del ojo, en el humor vítreo. En un 30% de los casos, sin embargo, el tumor no responde a ninguno de estos dos tratamientos y los oftalmólogos no tienen otra opción que extirpar el ojo afectado para evitar que el cáncer se extienda a otros órganos del cuerpo, ya que entonces las posibilidades de curación son muy bajas. El nuevo tratamiento con virus pretende evitar la extirpación ocular y disminuir los casos de ceguera en pacientes con retinoblastoma.

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